jueves, octubre 02, 2014

Melisa, romero y menta

Capaz que no,
que no me había
imaginado nunca así,
     regando las plantas,
la menta, con Troilo
el romero, con el disco
nuevo de Cabrera
que va a terminar gastándose,
e imaginando que como ese disco
se gasta, se pone finito
cada vez más finito,
así también el pensamiento
y descolgar la ropa,
transpirando el sol
de las tres de la tarde.
Con un escondido raro
ir doblándola,
en un acto de abandono,
mientras se calienta el agua
en la pava eléctrica.
Arriba,
en la terraza ya sin ropa,
ronronea el gato
y se acuesta, se estira
se va poniendo cada vez
      más finito,
se abandona,
como así también el pensamiento,
en la espera de que llegues,
solo un par de minutos después
del pitido de la pava eléctrica
-como para darme tiempo
de preparar todo-