lunes, noviembre 26, 2018

Correr frente a ti

Corrimos por las calles
de una ciudad balnearia
tres días
como mil tardes
dorándonos lento
en el letárgico
ritual de la terraza

fumamos en las rocas
sorprendidos por el
tamaño de las olas
y el tamaño de otras cosas

relocos nos metimos
a revolver negocios
y caminamos de más
cuando quisimos
cortar camino

paramos a mirar
cómo rompía el agua
en las cuevas en la roca
y otra vez entonces
la imagen del lago pleno
llenos de pequeños reflejos
que se nos meten
refulgentes en los ojos
por efecto de la rola
caracoleó en off-side

una cosa lleva
una cosa mueve
a la otra
y lo sublime está
acá
allá
acá
en el dictum
por fin
de toda
memoria
toda.

Volvimos en silencio
por una ruta plagada
de luces rojas.

A mitad de camino
miré
en mi muñeca
tatuada la imagen
que se va a esconder
de acá en adelante
en todas las lámparas.

Y ahora no me acuerdo
no sé
si conozco el mar.

sábado, septiembre 01, 2018

Berreta

dice el eslogan
de todos mis cortes:
procurá no dejar
de ser
una posibilidad

pasa en letras flúor:
el presente insistió.
Pasa en la cinta de moebius
en la implacable continuidad
de toda su contundencia

pero cuántas veces
un gemido
una cesura
la visible costura
nos salvan
nos dejan
hablando de difuntos
recién bañaditos
con un helado
por la peatonal

como hechos de
máximas aceitadas
escritas
en el papel berreta
de las rotiserías.

jueves, marzo 22, 2018

Formas

la manera en que cada uno de mis amigos
nombra el porro
(vela, churro, cuete, bate)
la manera en que sus manos
lentamente
se enredan
enredan la seda
el ruido que hace mi mujer
(que hacés)
cuando sorbés los fideos
de la sopa
esas cosas
los juguetes que nunca se quedan quietos
la mueca con que la gata
de repente dice basta
la mueca con que persigue
la mosca
que despegó de la sopa
la risa hasta que duelan
las muelas
y comer
otro pedazo de torta
los chinchulines cuando
quedan bien crujientes
la forma en que te miras
las manos, las uñas
cuando querés decirme
algo malo
o que crees malo
el rulo ese de tu pelo
que nunca se queda quieto
las cosas
las partículas
lo incesante
lo que no está sotenido
por ningún fondo
-porque no se puede decir
he aquí un fondo
sin que eso se vuelva un mantra
señalando siempre el mismo
imposible lugar-
los leitmotiv de mi abuelo
y su para él infinita novedad
las quejas, los tonos
de las toses de mi abuela
mi viejo cortando una madera
la forma en que me mirás
cuando te repito
cien veces
con variantes
la misma cosa
este momento
en el que ninguna de las dos
sabe
que estoy escribiendo esto

este caótico estarse quieto


martes, febrero 20, 2018

Marcha

Carcinoma
escamoso
infiltrante
semidiferenciado

en el hospital militar
me dieron el papel
me dieron una piedra

le saqué una foto
y lo mandé

no pude escribirlo
esta fue la primera
vez que lo escribo

y me fui caminando
a la marcha
al Obelisco
a la plaza llena

grité un montón
un montón

cuando volví a casa
hablé por teléfono

ella estaba bien,
él no entedía,
yo estaba eufórico
de multitudes

cuando corté
y me preguntó
no le dije

que iba a quedarme mirando
a mis abuelos morir,
replegado,
silencioso,
en movimiento.

lunes, febrero 19, 2018

Lo que no

Cuando me estoy quedando
dormido en los aviones
me tranquilizan
las estadísticas,
su eterna reescritura
la posibilidad
de nombrar el síntoma
la parte
la pieza
los hilos
las hebras
del tapiz innominable.

Me acuna
la placentera convicción
de no estar nunca acertando
siempre tarde
siempre antes
ser la cifra
el ítem
el porcentaje
que haga antiguo
el gráfico.

Sisífo

Mitología incansable
que lame la arena:
una pura imposibilidad
brillante en su rutina
de terca impaciencia:
ir en busca de lo que no.

La plena cicatriz del movimiento
mezcla levanta remueve

en su monótona
torpe repetición
no deja
una sola cosa quieta.

Tulum

Un estarse yendo
de sal sobre los ojos

de espaldas ahora
a donde es más fácil
alzarnos, colgarnos
y reír

de espaldas
a la certeza
de lo tremendo,
de lo perfecto:

las molduras del agua
su mutable forma
la imposibilidad
de encontrar
algo quieto.