viernes, junio 19, 2009

poética

dos cartas cruzadas

símbolo
metáfora del hueco absurdo
que abarca lo nonato-silencio

la inexactitud de la espera-encuentro:
preámbulo del nunca constante final

como acariciar un charco de sangre
buscando el asfalto en los ojos

miércoles, junio 17, 2009

te lo voy a escribir por todas las paredes de Buenos Aires

Porque me hiciste llorar de risa, pero también de llanto y de bronca, como lloran los hombres. Porque me hiciste pensar, y me puteaste, y me humillaste, y te reíste de mi. Porque quisiste estar bien vivo, y ahora que estás bien muerto se nota. Porque me alcanzó con verte pasar un día como a dos metros, porque no tuve que pedirte nada, porque no hacía falta. Porque no fuiste un ídolo, ni un mártir, ni un boludo. Porque fuiste el ejemplo perfecto de cuando hay que mostrar la pija, y la hombría no genérica, la hombría que es humanidad. Porque sin quererlo y sin creerlo, fuiste un ejemplo de entereza, de pelotas, de ideas y de artista. Porque sos. Por eso me dan ganas de arroparte, taparte con la sábana hasta el cuello y mojarte la oreja con un “hasta siempre putito lindo”