miércoles, diciembre 27, 2006

hasta luego

se anuncia a los poquisimos señores/as visitante q el blog permanecera inactivo durante el lapso de aproximadamente dos meses debido al receso veraniego. Seguramente al volver de esta los textos se acumulen y sobrepongan, pero por ahora dejo un texto ajeno a su entera disposición...

El poema que no digo,
el que no merezco.
Miedo de ser dos
camino del espejo:
alguien en mí dormido
me come y me bebe.

ALejandra Pizarnik

domingo, noviembre 26, 2006

Edades reales

Rompe la noche
un incienso
que se pasó la vida
buscando un lugar donde humear.

Y es que un lugar donde arder
o flotar junto a almitas sensible
resulta parecido alguno días.

Prefiero la borrachera
de las calles zigzagueantes
que se desnudan suavemente
jugando a ser prostitutas con una media corrida.
O siéndolo realmente, con la boca pintada de brea
y el cuerpo lubricado por el sudor de las motos.
Las colillas de cigarrillo no son más que marcas,
rastros de un pasado algo masoquista, algo país.

Prefiero las hojas de los libros
cuando la letra se ve doble
no por acción de mis ojos
sino por la rebeldía abecedarica
y la flexibilidad del blanco,
que siempre dejando ser,
que siempre sirviendo de apoyo
de plataforma, para disparar algo al mundo.

Prefiero entonces apuntar mis letras
hacia las venas de las calles o de las canaletas,
Y no hacia las tuyas, tan llenas de perdones hipócritas.
Prefiero entonces perder el alma en el viento,
y no entre tus piernas que se olvidaron de jugar,
que se mancharon de crecimiento, de edades,
de semen de jefe hijo de puta.


Habías prometido no cambiar,
habías jurado que ese cigarrillo entre tus dedos
sería la eternidad
Que el río frente a tus ojos sería tu sangre algún día.
Habías jurado,
Habías reído,
Sobre todo eso,
Habías reído.

jueves, noviembre 02, 2006

condicion particular

Cadáver somnoliento desandando la descalza tarde

de a pasitos pequeños,

forzados, sufridos.

Cargando ataúdes ajenos

sobre hombros que se niegan

a perecer por el solo hecho

del qué dirán.


Y ellos siempre están ahí,

esperando que mis rodillas

toquen el suelo,

para mirarme y decirme:
“te lo habíamos advertido …”



y el humo era una flor
formándose

y evaporándose,

convaleciendo ante su propia verdad,

ante el saberse una estela

un aviso,

una nueva vida efímera

que solo se suma al resto para armar el conjunto …


¡Que lástima que nunca lo supiera!

¡Que no lo hubiera advertido!



Quizás si hubiera sabido de su condición particular

el final hubiera sido distinto,

o igual

pero más triste

martes, octubre 17, 2006

Abstracción rumbo a Retiro

A esa chica q vi en el tren un martes, y q a veces se le da por comentar el blog, perdon por usarla sin su consentimiento.


Una chica de pelo corto parada en el tren, y yo tirado en el suelo. Nos conocemos, minimamente pero nos conocemos, es la chica que saca las fotos lindas y que figura en otras fotos de esa otra chica que también saca fotos lindas. Ella lee un libro pequeño, no sabe que estoy ahí, como un espectador atontado tras un vidrio imaginario, pues no levanta la vista. Yo tampoco se si estoy ahí, ella pareciera la única razón por la que me sería dado asegurar que estoy ahí, porque la veo, porque es, y por más perdida o esfumada que parezca, sigue siendo al menos un contorno de mujer con pollera, y medias largas, y chomba. Una chica de pelo corto y ojos profundos, como de tierra, o humanidad. No mira, no levanta la vista, y baja en Martinez, perdiendo sus medias largas entre la multitud de piernas disímiles. Me deja acá o allá , o en algún lugar, quizás entre las vías o en el andén de la estación de un pueblo perdido esperando un tren q ya no pasa por allí, mirándome impersonalmente, tratando de penetrar con mis ojos mi propia intimidad …

miércoles, octubre 04, 2006

sentidos

Un salto mortal, trescientos sesenta grados y una vueltita hacia atrás, un poco de más, hasta caer dentro de la música oceánica ocular, de esas dos masas de melancólica brillantina, de la sustancia primitiva, del agua que arde. No se ve claro, el humo apenas deja vislumbrar a través de él y con mucho esfuerzo, imágenes de etéreos seres regalando graciosas morisquetas. No se oye más que la música perfecta, los oídos embelesados se niegan a otros sonidos por más penetrantes que sean. No se piensa, todo es sensación al extremo, una extensión de las terminales nerviosas hipersensibilizadas, es sabido que las sensaciones inhiben cualquier amago de razonamiento por más poco lúcido que este sea. Gritar es en vano, susurrar también, todo intento de vociferar algo, coherente o no, se pierde en la masa uniforme de gelatina aislante que todo lo atrapa y lo reduce a silencio. Tratar de determinar algo mediante el olfato es una utopía irrealizable, todos los aromas se funden en uno solo, único e indescriptible, un aroma como a mundo o a humanidad, o quizás a tu cuerpo, no se. El tacto es quizás lo más extraño, es atravesar las cosas y a la vez sorprenderse ante la imposibilidad de pasar hacia el otro lado, es tocar piel y que se derrita, es sentirse tocado invisiblemente por un millón de objetos al mismo tiempo, en el mismo segundo sentir todas las texturas del mundo sobre la piel, agujas y caricias de madre, o de novia, aguijones, y piedra áspera, y algodón.
Tratar de salirse sería demasiado utópico y tonto a la vez, sería hacer toda una revolución, pero sin compañeros posibles, tratar de salir sería morir para seguir caminando verticalmente, entonces mejor adoptar posición fetal y dejarse amansar por la muerte, hasta que llegue la vida.

martes, octubre 03, 2006

Mientras

Mientras exista ese blues
que no se cansa de tus ojos
no se llenará la distancia.

Mientras los caminos se bifurquen
en el momento exacto
en que desaparecen las cosas
que creíamos saber,
y tomen rumbos antagónicos,
y exista ese deseo imposible
de desdoblarse para correr
hacia ambos lados.

Mientras sigamos buscando
las cosas que creíamos
haber encontrado
y que de pronto
se nos figuraron
tan ajenas.

Mientras sigamos enapropiando
esas cosas que creíamos
tan ajenas.

Mientras seamos
los caídos en la brisa
y los firmes en la tormenta.

Mientras seamos
una paradójica contradicción.

Mientras seamos …

No se llenará la distancia.

martes, septiembre 19, 2006

Hacerme un estofado de ojos multicolores
(Sí, también con los tuyos, aunque sean tan lindos)

lunes, septiembre 11, 2006

Reflejo de una nueva nada

Dibujar una imagen alegre.
Un nene con globitos y flores,
como para compensar
ese espacio entre nuestros
cuerpos,
equidistantes con respecto a ese otro
cuerpo.

Reflejo de sexos y
cosas frágiles,
otras suavidades
y excesos.

Perfectas instituciones pudriéndose
bajo tierra(mejor)
Siempre bajo la misma tierra,
esa que tapará tus adioses.

Mmmmmmhhhhhhh … saborear el polvo de la partida
hacia una nueva nada …

miércoles, septiembre 06, 2006

Abrazo

Un frío seco en los ojos,
miedo de no encontrar la nota justa,
el tono de voz para decirte
que te vayas a la mierda
y pedirte q me abraces
como solo vos sabes hacer
con una cachetada abarcadora
o una caricia colmante

y sentir como una estocada
o un escape.

domingo, septiembre 03, 2006

Aborto

Ayer aborté un sentimiento, un pedazo de materia nervioafectiva nacido del encuentro de dos estructuras paralelas, del choque violento de dos realidad imposibles, de dos inexactitudes exasperantes, de dos escapistas eternos, de dos seres humanos. Me paré y vomité el feto-sentimiento sobre la mesa. Cuando volví hoy, todavía seguía ahí, inmóvil, inanimado, rodeado de un charco de sangre espesa. No me animé a quitarlo con un ademán rápido, y aún sigue ahí, una masa de carne a medio nacer, una imagen sin espíritu, una nada que quizás mañana sea literatura,
o grito.

miércoles, agosto 30, 2006

Primitivo

Algo primitivo, puro, en potencia, no-invadido, con posibilidad de cambio, de nuevos horizontes, pero estático. Sí, estático. ¿Qué?¿pensaste que te iba a dejar que lo hicieras a tu manera, que lo adaptaras a tu estructura de reloj bípedo, de estúpido buscacentro, de hombre de plastilina?. No, no te voy a dejar, que digas esto cosa eso, que clasifiques, esto: serpentina humeante. ¿En potencia dije? Perdón, me equivocaba. Estático era, imposible de invadir. ¿Qué no lo entendés, que es muy rústico? Y a mi qué carajo me importa, la razón se duerme en lo que subyace bajo la tierra de tus tiempos, uy, minuto, hora, nada, nada … un estallido y vida, y cosas que caen, y vos evolucionando, siempre como espejo de la destrucción silencio

jueves, agosto 24, 2006

Cosas que uno hace

Cosas que uno hace

“smoking a cigarrete, alone at night,
the light of my cigarrete,
is the only light in town tonight”
(de un blues que alguna vez canté pero no pienso terminar)

El tratamiento de una idea
seudofilosófica,
o tomar café con leche
y revolver con una cucharita
-siempre más chica que lo mínimamente necesario-
la luz q entra por la persiana abierta.

Tratar de escribir una hipótesis
más o menos aceptable,
o abrir un libro que siempre
se abre en el mismo poema,
siempre en el mismo hermoso poema,
como ese de Cortázar: “ándele”
o aquel otro de Medina Vidal: “soy feliz”.

Especular acerca de la posibilidad
de un encuentro amoroso
con la vecina de la amiga de mi prima,
o esas ganas de escuchar aquel disco
que le presté a nosequien
y que se ve reemplazado inevitablemente
por la música q escuchan los vecinos
(que no está tan mal después de todo).

Intentar escribir un soneto más o menos digno
para que le guste a ella, a la rubia esa
que tiene una gran predilección por las formas clásicas,
aparte de otros atributos bastante más importante,
o cantar ese blues que nunca voy a escribir entero
porque me da mucha tristeza y porque no se tocar la guitarra.

En fin, querer escribir un poema en cinco estrofas,
o esas cosas que uno hace lo jueves a la tarde.

viernes, agosto 18, 2006

Bailarina

Vamos,
no te aflijas
vení,
seamos desconocidos,
pero no como esa fría
forma de hipocresía
sino para sabernos
sin reparos
ni preconceptos.
Dale, ponete la remera
y bajate de la cama.
Animate,
ya se que parece extraño,
pero es lindo.
Extraviemos las ciudades
en cualquier río
y fundamos risas y humo
para fundar algo nuevo.
Vamos,
sigamos hasta que se funda
algún cielo
y haya que buscar otro.
Soñemos los marfiles
y las estrellas
y dejémoslas reposando
en un charquito,
como si nada,
como si hombre …

Dale, vení bailarina,
movete, vestite,
desarmate, ahorcate,
como si humana …

sábado, agosto 12, 2006

Tristeza

Malabarista de ausencias
no vale llorar por lo que no seremos,
que lo que no escapa
de los límites
de la imagen
no queda,
¿quién dice?
que lo dicho es ido
y en los laberintos en los que
pierden sus últimos vapores
los que se fueron en búsqueda
de músicas imperfectas
a latitudes fuera de
lo que dicen real
¿pero quién dice lo real?
que lo dicho sea perdido
y enterrado sin ceremonia
junto a leyes ancestrales
y calaveras de vidas futuras,
y que nadie más diga
yo seré, fui, nosotros
buscamos, perdimos,
que nada vale
una vez dicho.

Malabarista de ausencias,
no vale llorar por lo que fuiste,
guardá la lágrimas para
las baldosas, y otras cosas
mucho más importante
que no haber sido lo dicho.

lunes, agosto 07, 2006

Box


(Este texto lo había escrito mucho tiempo antes de conocer la obra de Pablo Suarez.Casualidad o no, cuando vi la foto de la obra en una revista me recordó a esta prosa olvidada, y bue...creo que tienen mucho que ver... Ah, el título de la obra es "el enemigo invisible" y es de 2001)

Estoy triste y no se por qué. No es ese estado de melancolía constante que siempre me mantiene apresado. Es distinto, algo muy parecido a la desilusión, o más bien a la impotencia. La metáfora del boxeador ciego, que recibe la paliza sin saber de donde provienen los golpes. Eso soy, un boxeador ciego que tira golpes al aire intentando defenderse pero no lo logra, y solo le pega al viento. Un boxeador dejando la sangre en la lona pero que todavía se mantiene parado como por arte de magia, quizás por un par de ilusiones y dos o tres deseos.
Un boxeador que no acierta y que está perdiendo el tercer round por puntos. Un boxeador que tira golpes al aire tratando de agarrar un sueño al vuelo, no tanto la cara de su enemigo, que en realidad no es una sino múltiples. Un enemigo que no es tal físicamente, un enemigo invisible, tal vez más peligroso que aquel al que se puede ver luciendo su cuerpo de mole gimnástica. Un enemigo múltiple que es nadie y todos a la vez. El más peligroso, el invencible. No importa de quien hablo, algunos ya lo sabrán...
Suena la campana. ¡A sus rincones!...
Pero pasado el efecto está de nuevo encima...

[Fiesta] (¿un sueño?)

Para la chica de la fiesta, la etérea, que tal vez algún día lo lea y se ría.


Aunque todo titile, y refuljan las mil ausencias de los cuerpos sin nombre y de los vidrios desperdigados; aunque todo esté a punto de quebrarse-quebrarnos; aunque todo aceche desde los rincones, en oscuridades impenetrables; aunque sepamos que lo acechante es lo que hiere las capas internas sin dejar huellas visibles; aunque sepamos que lo que vas a decir, sea o no verdad (eso es el fin y al cabo lo que menos nos importa a ambos), va a desparecer con la música estridente de alguna banda perdida en el tiempo que se le ocurrió desembarcar justo aquí esta noche para llevarse tus sílabas(porque no me vas a mentir diciendo que alguien eligió la canción, eh, a mi no); aunque sepamos que hoy no somos nosotros, que somos dos cuerpos con los órganos mal distribuidos y la cabeza alienada; aunque sepamos que nada de lo que pase va a tener sentido; aunque sepamos que esto no es más que una fiesta y que nada va escaparse de los límites de la palabra fiesta: es lindo que te acerques fumando un cigarrillo, y me digas te quiero, y nos miremos con los ojos perdidos, y estemos frente a frente, como tantas veces, pero en otra parte, y entonces tenga deseos de besarte, pero no lo haga porque así es más lindo, porque hoy nada debe estallar, porque así lo indicaba la calle vacía antes de entrar, porque así ha de ser, y porque sos tan etérea que no dan ganas de invadirte …

jueves, agosto 03, 2006

En contra

(Aca la nueva versión de un viejo cuento. Para los que no la leyeron es la única pero para los q ya lo leyeron tiene unos pequeños cambios y le agruegue una partecita) Es un poco extenso pero con un poco de ganas se llega al final...

Dijiste adiós a dioses inventados, prendiste la otra mitad del cigarrillo que habías apagado hace años pero aún perduraba en el cenicero (caían las cenizas pero éste parecía pegado a la madera), y te largaste a navegar aferrada a la colilla... a la colilla de una comedia que no viste, un poco porque a vos te gustaban los dramas y otro poco por el precio de la entrada.
Te largaste a navegar... y navegaste catarata arriba como era de esperar. Estaba escrito en vos, estabas contra todo, si decían blanco para vos era verde oscuro, si decían verde oscuro para vos era amarillo patito, y así... así te contradecías, ese era tu encanto. Te gustaba tanto llevarle la contra a todo y a todos, que estabas contra vos misma y te suicidabas cada mañana con pastillas de almendra y chocolate, esa era tu pequeña y verdadera comedia. Por eso no te gustaban las comedias, porque estabas en contra de los espejos. Aunque en realidad tampoco te gustaban los dramas, porque estabas en contra del otro que hay en uno, tanto que alguna vez lo quisiste arrancar de adentro tuyo con una pincita de depilar pero no pudiste porque faltaba cera y vos estabas en contra de la cera, un poco porque dolía y otro poco porque era demasiado verde y opacaba a los árboles que eran los verdaderos verdes.
Los árboles te gustaban hasta que te enganchaste el pie con la raíz de un alerce y casi te boxeas con un palo borracho, suerte para él que pudo salir corriendo y vos no porque tenías las raíces demasiado enterradas en la tierra. También estabas en contra de la tierra porque la habitaban gusanos que se te subían al tronco y te molestaban, tampoco te gustaban los pájaros porque te jodían entre las hojas y porque eran, en cierta forma, más libres que la mayoría, si a eso se le puede llamar libertad, me lo dijiste, ellos también están presos de la muerte...la muerte, era una de las pocas cosas a las que no le llevabas la contra, primero porque, aunque te gustaban los invencibles, ésta era demasiado, lo sabías, todos nacemos muertos, y segundo porque ya habías dicho adiós a los dioses inventados, y ya habías pintado a Adán y Eva comiendo sandía y tomando vino en el desierto (una obra ma-ra-vi-llo-sa) y no te gustaban los premios consuelo.
Tal vez esta resignación ante la muerte era lo que te había llevado a vivir así, yendo contra todo, buscándole un sentido o un no-sentido a la vida, cosas que te abrumaban por igual.
Iciste cosas orribles porque estabas en contra del silencio. Sí, del silencio, por eso salías a gritar a viva voz en medio de la calle a las tres de la mañana. Pero también estabas en contra del ruido, por eso te acías callar a sopapos.
Esa eras vos, una contradicción, un sí y un no mezclándose en el espacio etéreo, un cartel luminoso en la noche oscura pero con las lamparitas apagadas porque estabas en contra de la luz. Eras tu espejo, tu doble, tu contracara, tu costado, eras vos y no eras nadie. Y eso era lo hermoso... eras nadie, un soplo, una ola, una nube, eras nadie pero eras todo, un poco de todo. Eras semánticamente ambigua y vaga, y sintácticamente amorfa. Pero a vos te importaban un carajo la semántica y la sintáxis y cuando te lo dije me respondiste que no mintiera porque yo sabía muy bien que no eras vaga y bien estabas formadita que. Estabas bien formada, es verdad, pero mal informada y todavía estabas en contra del feudalismo que habían tratado de enseñarte en historia y que te negabas a aprender, contradiciendo a la profesora, diciéndole que estos señores no habían existido, y queriendo armar una revolución no sé muy bien si contra los señores feudales de los libros o contra los profesores de historia y los libros. Pero estabas en contra de las revoluciones, entonces se cayó la idea en otro de esos pozos de donde las rescatan después los arqueólogos posmodernos. Pero vos estabas en contra de los arqueólogos porque sentías que invadían el pasado, que lo profanaban, y en lugar de construirlo lo destruían. Estabas en contra de los arqueólogos y también de los pozos, por eso tapaste la revolución con tierra, para que no estuviera en un pozo y para que los arqueólogos no la encontraran, e hicieran mierda tan bella y utópica idea. Las utopías... vos no estabas en contra de las utopías, o en realidad sí, porque estabas en contra de vos misma y vos eras simplemente una compleja utopía hecha carne, una idealista de ideas contradictorias, una coleccionista de peleas, una botella flotando en el mar con un papel en blanco adentro, pero con el corcho un poco flojo para que cada uno pudiera escribir lo que quisiera pero siempre se borrase, como vos, como tu imagen de princesa del baile de las cavernas, con el vestido desgarrado y los ojos tristes y perdidos que se desvanecían segundos después de mirarlos. Eras la perla desconchada de la catarata.
Fue una lástima que no nos hayamos podido cruzar, era imposible, íbamos viajando en la misma dirección, y vos estabas en contra de los cambios. Yo no, pero aunque hubiera cambiado de dirección no habría servido para nada, porque había salido más tarde y siempre te había mirado desde abajo.
Y así seguimos por unos cuantos años, esquivando las piedras y los peces que nos llovían, o nos tiraban desde arriba. No supe más de vos, un pajarraco gigante me pescó por la camisa y me llevó volando hasta arrojarme en un lago.Después de eso dejé de envidiar a los pájaros (me dio miedo volar a tanta altura) y también a Moisés (si a mi me parecieron eternos cinco minutos en el agua no me quiero imaginar a él).
En cuanto a vos, ni siquiera te diste vuelta para saludarme. Te entiendo, te tendrías que haber soltado de la colilla del cigarrillo cómico-cósmico y vos estabas en contra de los naufragios, y sobre todo, de las despedidas.
Recién volví a encontrarte hace unos años, me acuerdo perfectamente, ibas caminando por la peatonal con una aire de superioridad que desconocía totalmente, sostenías un cigarrillo en la mano derecha sin la menor gracia... justo en esa mano, esa mano que era una vida y era el abrigo y la intemperie, la intemperie de saberse desvestido con el mínimo roce... ese mínimo roce que a veces podía ser de labios y rasgar las camisas o de pómulos y cocerlas con tan solo espirar el humo por la nariz. Me acuerdo que te seguí como diez cuadras, frenando detrás de vos en cada vidriera de cada zapatería, por miedo a pasarte, a dejar de ver esa espalda que era como el campo, pero que ahora, a pesar de mantener esa forma de pureza sobrenatural, habia adquirido otra manera de arquearse, otro compás, había perdido ese desdén casi cósmico de vidas anteriores.
Cuando llegamos a aquella avenida ancha donde está el monumento, recién ahí, pude vencer el miedo a abandonar la dulce visión y ponerme al lado tuyo.
Caminamos dos cuadras más en silencio. Vos te acordabas de mi, estaba seguro, después de todo no habían pasado más de diez años. Dije hola, no se porqué pero dije hola, y vos dijiste hola también, y tu voz no era la misma, en algún punto del camino había abandonado aquel timbre, ese color a través del cual brotaban contradicciones de las más diversas formas y colores, pececitos amarillo, redes azules, pescadores negros, tiburones fucsia, y así. Ahora parecía más bien una voz acartonada de secretaria y café a las 5 de la tarde en el consultorio de un médico que está operando y no-pude-atender-a-nadie. Dije cómo andas, de nuevo sin saber porqué, y antes que me contestaras, saqué, con toda la naturalidad que la situación me permitía, dos cigarrillos, y te convidé, y te di fuego, y te invité a tomar un café con las poca monedas que me quedaban, y charlamos, o no, y yo miré, no charlé, miré, y me invitaste a comer a tu casa, quizás más por lástima que por otra cosa, y yo dije que sí, más porque tenía hambre que por otra cosa, y me llevaste en el auto, y resulta que vivías en Palermo, y que lo que mis ojos u oídos habían creído percibir pero se negaban a aceptar rotundamente se confirmó durante esa cena...
Estabas distinta, más calmada, tenías una sirvienta, unos cuantos hijitos rubios y bien vestidos, un tipo que no te pegaba ni tomaba vodka todo el día, un perro, un labrador hermoso, uno de esos a los que antes le llevabas la contra, un vestido largo y rosa, un rosal, un rosario, una casa con pileta y diario por la mañana, comidas con señores de traje que se masturbaban ante la imagen de un billete de cien pesos y que se acostaban con vos y tu collar de perlas de tanto en tanto, un marido que se dedicaba a lastimar putas en los burdeles del puerto los sábados a la noche hundiendo su nariz en el olor excitante de la sangre y en su propia mierda, y un lindo auto grande y negro.
Seguías siendo muchas pero habías aprendido semántica y sintáxis, y otras cosas que no importan ya, como aspirarte una línea, pero cada tanto y en ocasiones especiales (cumpleaños de la hijita menor, la más rubiecita, pura y malcriada por la sirvienta de dos con cincuenta la hora, ¡esta mina no sabe hacer nada!, cama adentro y encamada adentro, un poco con vos y otro con tu marido).
Vos sabías que yo era así, y que no me iba a poder resistir, pero no te importó, igual esperaste hasta que hice lo que hice, y sí, qué otra cosa iba a hacer yo, más que pararme frente a tu nueva imagen y decirte que estaba en contra tuyo. Obviamente me echaste a patadas en el culo con tu zapato puntiagudo diseñador sádico último modelo con punta de acero inoxidable. Habías cambiado, se notaba. Según vos estabas mejor.

domingo, julio 30, 2006

Rutina (alguien tendría que hacer algo)

Alguien se lava los ojos con lavandina esta mañana para no ver, se los refriega hasta sostenerlos en las manos, y luego los deja sobre la mesa. Sale a la calle. Vive.
Ese mismo alguien vuelve a su casa. A tientas consigue colocar la llave en la cerradura. Abre la puerta. Entra. Va hasta la mesa. Agarra los ojos y los coloca cuidadosamente en su sitio. Camina hasta estar frente al espejo. Se mira. Esboza una sonrisa. Se arrastra hasta la cama. Se acuesta. Enciende el televisor. “– ¡Que cosa este mundo!, es una desgracia. Alguien tendría que hacer algo-”. Se tapa con la frazada y el alcolchado bien mullidito. Duerme.

jueves, julio 27, 2006

Sabrás

Cuando abismes las últimas palabras, cuando te acerques hasta ver nítidamente el fondo de la pileta donde acechan los renacuajos, y dejes la cabeza posada sobre el verdín y salgas a caminar descalzo por el parque, dejando la huella de tu falsa humanidad sobre la tierra húmeda de gusanos y cienpies. Cuando te dejes violar por el viento recostado sobre el aire, y pierdas en ese momento la real virginidad de lo humano. Cuando seas una partícula más de vida, casi etérea, casi aérea, casi nada. Cuando te dejes vivir, verás, sabrás lo que buscabas sin comprender por qué lo sabes ni cómo, simplemente sabrás

lunes, junio 26, 2006

Desintegración acuática

No hay que andar buscando demasiado me dijo alguna vez un perro o una baranda, no se. Pero es ese reflejo de andar escupiendo el piso y pensar que quizás esté ahí, o también vos, nadando crawl. Y entonces abrirse paso a pura mariposa entre la sustancia viscosa que adorna el borde mismo de la baldosa rayada. Y ver que efectivamente, ahí-hay-algo, un algo que se mueve y patalea y sobrevive al más puro estilo perrito, un algo que tal vez seas vos, o yo, o la vecina de tumba de mi tía abuela. Pero a ver, supongamos que sos vos me digo, y voy, voy a buscarte, no a rescatarte porque cualquiera que te conozca un poco sabe que sería imposible, y además nado demasiado mal como para acarrear con otra persona. Voy a rescatarte y vos te das vuelta y entrás a nadar espalda de la forma menos ortodoxa que haya visto en mi vida, revoleando las distintas partes de tu cuerpo para todos lados, haciendo macabros malabares con tu sexo, tus pies, tus codos, tus rodillas, y tus etc. Y puta que nadás rápido, no se cómo carajo hacés pero te alejas a grandes trechos, y yo tengo que conformarme con mirarte los pies, las rodillas, el sexo, la cintura, los pechos, los hombros, la cabeza, los ojos, la frente, y finalmente aquella mata de pelo lacio, flotando a un largo centímetro de distancia

miércoles, junio 14, 2006

Amar

Amar la nada
es un acto de heroísmo
hacia la especie,
algo así como arrancar
las pieles
y hundir la cara
en los órganos.

jueves, junio 01, 2006

H2O

(buscando cosas viejas encontre este poema breve ahi va)


Esta tarde el agua lava los rezos.
Hay olvido.

Pisamos todas la baldosas flojas
(como si las buscaramos),
nos enchastramos los perdones.
Toda lluvia es siempre un eco
que lustra los deseos, los pule,
le saca brillo a las huellas.

No te limpies los zapatos.

Puerta

Piazolla

Todo mar es siempre ausencia.

miércoles, mayo 24, 2006

Un lugar en el Louvre

Un café amargo
y seguir la ruta de la brea
que se derrama
tan a su manera
sobre la calle.

Tan a su gusto
en pinceladas suaves,
arremtidas furiosas,
finas líneas,
anchos pabellones,
grumos, amontonamientos,
figuras, puntos,
círculos,
semirrectas.

Tan a su parecer
que dan ganas de recordar
a Picasso,
o al loco holandés desorejado,
o por qué no, más de este lado,
a Pettoruti y las canciones,
a Berni que nunca calla,
o a Xul, aún creando infinitamente.

Dan ganas de salir corriendo
al MALBA o a cualquier galería,
pero hoy estoy atornillado a la silla,
y después de todo
el café y la brea
se merecen un marco
y un lugar en el Louvre.

lunes, mayo 15, 2006

Habría que...

picarte el sexo, estallarlo, derramar
sus carencias sobre el empedrado
hasta que no quede un gramo de vos,
perderte la historia dentro de las costillas
y más allá,
encenderte con un fósforo y anís el pelo,
y emborracharte de sangre los perdones,
para ver si se acuerda entonces
la memoria de tu cuerpo
de esta vieja geografía.

miércoles, mayo 03, 2006

Sublimándose

Llueven los golpes sobre la ciudad,
y la casa lagrimea con los perros y las estufas
adentro, estupefactos
ante los estornudos de las cortinas
que se quejan de que las ventanas queden abiertas por la noche,
y para peor los muebles están cada día más glotones
y se me comen los portarretratos,
que se asustan y quieren esconderse bajo la alfombra,
que los saca a escobazos en el culo.

Todo se sublima.

Algo va a haber que hacer,
es insoportables sentir que los ladrillos me miran
como exigiéndome algo que no está a mi alcance.

Algo
va
a
haber
que
hacer

Quizás lo mejor sea fusilar todo,
¿quién se creen que son?
eh
¿quién?

O a lo mejor fusilarse uno mismo
con una escopeta que dispare almendras con chocolate
y menta,
para evitar que todo se sublime
no se si entienden, o

¿
quién
se
creen
que
son
eh
?

martes, abril 25, 2006

Dos versiones de la mujer que danza desnuda en medio de la calle (sueño prehistórico)

Una mujer se desnuda
en el medio de una calle
mientras las hojas
danzan un vals sostenido,
cuelga su ropa de las
ramas otoñicamente desiertas
una mujer con piel de niña
y cuerpo de adolescente
y ojos anteriores, prenatales.

Una extraña mujer baila
un vals desgarbado
mientras los árboles
se desvisten impúdicamente
y cuelgan sus hojas
sobre el cuerpo danzante
de la mujer de piel transparente
y cuerpo que se asoma
y ojos de las profundidades de la tierra
o los tiempos.

viernes, abril 21, 2006

Desalación demosecada

Una herida distinta,
casi una diligencia.
Las ventanas abiertas
y una muñeca con el cuello quebrado
como inciertas señales
de algo que no va a llegar.
Muecas mustias
de fantasmas disecados
acompañan los bandoneones
desalados,
desolación,
acomodando soledades
poco condimentadas.,
sosas,
secas,
siestas mal dormidas
indomables,
demoradas.
moradas inahallables,
místicas,
omitidas,

¿narrador omnisciente?

lunes, abril 17, 2006

Poema parado justo...

Ahí,
en el lugar
donde aclarecen
las infínimas
partículas de espermóvulos
lingüisticos.

Ahí,
donde escasean
las escálidas
pero no las escaleras
y sus fatídicos y
ritmiconstantes
uno – dos –1 –2.

Ahí,
donde frasean
espásmodicamente
los jazzversos
y las bluesrimas
y todo se funcla
en la interminable
sucesión.

Ahí, justo ahí,
donde nace lo primitivo.

lunes, abril 10, 2006

Humanos tomados

Todos caminan rezando avesmaría con el rosario bajo el poncho por puro miedo a que las casas se les vengan encima echando humo de porros y polvorones quemados y los atrapen para siempre, privándolos de ciertas vistas o visitas nocturnas con el único motivo de ver por debajo de lo que la visitada lleva por vestido, quizás un trapo de piso o un pantalón usado, manchado y remendado ahora última moda en París.
Todos andan con miedo, y se les nota en las caras simuladoras y en los ademanes apurados, y en el apurarse a cruzar la calle, y por qué no también en el silbido del tren que no se alcanza solo porque la latita produjo la abstracción en el momento inadecuado. Y en el putear a la latita de coca-cola y a toda la familia del que la tiró justo ahí. Justo ahí tenía que ser, por qué no podía ser en Calamuchita o en Amsterdram y que así fuera otro pelotudo el que se perdiera el tren y llegara tarde a la cita con la mesa del bar y los papeles de la valija que en este mismo momento se estaban impacientando y clamaban revolución. ¡Destituyamos a la impuntualidad, compañeros!.
Y la puta, que andan con miedo, porque las casas están al acecho y todos temen ganar la libertad de esa prisión. Y se les nota en la cara, en el cuerpo, en los gritos, en el estomágo, por todos lados, hasta en los agujeros.

viernes, marzo 31, 2006

Miles de millones de pequeños sujeto parlanchines

Arlequines amorfos bailan
al ritmo de esta lluvia
que disloca los presentes
y las viejas formas.

¡Miles de millones de pequeños arlequines parlanchines
danzando entre las letras que se dibujan sobre la hoja,
con sus cuerpitos quebrándose como ramas,
y sus graciosos atuendos otoñales,
y sus gorros de punta, y sus risas afiladas!

También un libro de Cortázar sobre la cama
y Tuñón que nunca se calla, no se cansa,
resuena.
Todo volviendo desde algún lugar
-nadie había advertido su partida
que era como un hueco en las lámparas-
y posándose nuevamente, como siempre,
donde no le corresponde,
el sentido de las cosas.

La calma donde revientan los vientos más leves se precipita contra la persiana
rompiendo cualquier red o espejo que encuentre
y aunque a simple vista no se perciba el parecido
es igual a miles de millones de pequeños arlequines parlanchines
danzando alegremente, ahogándose en dos toneles de ron.

lunes, marzo 27, 2006

Corridas

Corridas

Las muchachas pintarrajeadas
con el rimel corrido
y la boca desteñida
por la fricción,
corridas por el asfalto y la lluvia,
y el algodón ardiendoles los pliegues,
y los sexos hundiéndoseles
hasta las costillas,
y los senos como queriendo
reventarse contra los paredones
(¡pinchádlos! bramó El Señor).

Las muchachas y sus polleras flotantes
escocesas, o inglesas, o con cierto aire “mon amour”
lo mismo da,
se ahogan en el aire eléctrico
de los atardeceres sexuales
con olor a incienso y porro,
a pecado y alcoholes, finos y de los otros,
y abren los ojos lentamente
como despertando
de un sueños lagrimal y lagañoso,
sin darse cuenta siquiera
que son un condimento más
de una ciudad a las corridas,
algo así como los travestis
o los semáforos.

miércoles, marzo 22, 2006

L..A.S

Un mago sin galera
besando las mejillas pálidas
de la noche que se enciende
bajo sus pies,
proyecta su sombra
sobre la mía,
y no especula,
va, como van las aves,
o algunos hombres,
como van los magos,
sacando palomas,
prendiendo ilusiones en las solapas.
Pero distinto...
Va, pero sin palomas,
con etéreas palabras.
Va, pero sin pañuelos,
con eternos acordes.
Va, como los que nunca saben
pero descubren algo a cada paso,
a cada música, a cada magia.
Y se quiebra la voz
y no importa la calle,
ni el hambre, ni la muerte,
solo importa seguir el rumbo
de la herida, o el bálsamo
y el del mago escuálido
abrazado a una telecaster,
encendiendo estrellas en la noche,
solo eso importa...

o saber que la canción llegó hasta el sol.

lunes, marzo 20, 2006

Ruego

"la condición de sentir casi todo sin decir" spinetta

No trates de entenderme,
quereme o pegame
pero nunca trates de entenderme,
dame sangre, exigila,
no preguntes, callate
Senti, grita, perdete
en tu cuerpo.
No navegues la sangre,
ahogate dulcemente
y flotá, ahorcate.
Ahorrate los verbos
que hoy no se encarnan.

viernes, marzo 17, 2006

Dos acordes en las sombras

Vestigios de una música portuaria,
repiques de tambores precolonizacionales
disipándose lentamente en la niebla
de un nuevo sonido i-rre-co-no-ci-ble.
Estruendos en la selva-noche hija de la cerrazón
que bordea toda bondad o maldad,
donde nada es lo fue sino lo que debió haber sido,
donde todo nace y muere en el mismo instante,
se revela en su forma original y se deforma
ante ojos tan incrédulos que hasta se animan a preguntar:
-¿qué anda pasando por acá?.
Y como toda respuesta una nueva forma,
un nuevo desvelo revestido de semicorchea.

Madre de si misma, elipsis de lo no dicho
(y jamás)
Nada es lo que es: sentencia final
de un juez que es a la vez
impura descendencia.