algo más hondo que tu propio cuerpo
una hondura,
más al fondo que la espera,
aplastado,
un tatuaje
de todo lo perdido.
jueves, octubre 25, 2012
jueves, septiembre 13, 2012
lo que articula
Hoy que es
todo desidia
piensa:
debiera
besar la música,
la muerte
que la atraviesa
dice:
debiera
cesar la lengua
la muerte
que la ejecuta
jueves, julio 19, 2012
Lo
Siempre fue
tarde, demasiado tarde para percibir en el eco de ese chasquido de la lengua
que algo estaba acabando. Las chancletas, los cigarrillos por el suelo, un incurable
patetismo mañanero. Siempre se llegaba tarde, demasiado tarde para disentir,
para contrariarse, demasiado tarde para sorprenderse. Entonces la aceptación en
una sonrisita de costado, un sonar los dedos nervioso, inalterable. Desde
siempre el mismo sonido seco, tembloroso, una, dos, tres veces, hasta que se
termine la posibilidad sonora, hasta sentir el vacío de lo que no deja marca,
eco. Una sensación similar a acabar. Sentir que en la eyaculación algo se escapa, que algo acaba de perderse entre el semen, que se fue llevándose eso inalcanzable,
puro horizonte, e irrecuperable, inevitablemente perdido para siempre, como
siempre, tarde, cuando ya pasó, o antes de que pase, fatalmente antes, cuando
nada va a pasar. Antes del eco, o después del eco, tarde para percibirlo. Vacío.
Un punto de
condensación donde va a parar todo lo que fue demorado, lo escapado. Buscarlo a
tientas, transpirarlo entre sábanas pegajosas. Despegarlos ojos con esfuerzo para tratar de alcanzarlo, tímidamente, un poco haciéndose el boludo para ver si no
se esconde de nuevo. Y entonces de nuevo. Vacío. Continuar, perseguir, ir hasta
el límite de un Aleph que no es tal, pero que se presenta como una posibilidad
de salvación, un asomo de sensación que no es, al final, más que eso. Relleno.
Vacío.
...
de todos
modos
esto no es
más
que un robo
y si
hubiera alguna
palabra
deberíamos pronunciarla
juntos
con las
bocas desnudas
decir
el delito
la
distancia
entre los
dos pares
de labios
el vacío.
…
Sin
embargo, un aletargamiento, una forma de fiebre, una lentitud de la lengua, que
solo deja un débil, sufrido, tartamudeo t-t-t-te-te. Jugar a contarse: uno-vos,
dos-yo, tres-vos. cuatro-yo, cinco… hasta que los músculos se aflojen, hasta
dejarse caer en el mullidito…vacío.
…
e igual
vamos a
decirlo
como se
pueda
a tientas
palpando
con el
paladar
la
presencia,
la aspereza
del
…
Pronunciar
con el cuerpo, desde el cuerpo, en el cuerpo, en el chasquido de los cuerpos, en
su censura, en el eco. Sin medirlo, sin quererlo, sin siquiera poder
anticiparlo, pronunciar-lo.
jueves, julio 12, 2012
¿?
¿Y si fueras nada más
que todos los colchones
donde apoyaste la espalda
o las rodillas
y las palmas de las manos
a la espera de un embestida,
un ahorasíparasiempre,
O
esa pared que recibió
tus manos,
temblando levemente,
los pies firmes,
las piernas, lo único
perpendicular al suelo,
la espalda describiendo
la curva perfecta
a la espera
del impacto
del deslizarse
del impacto
del deslizarse
de unaformadeorgullo
O
la cara,
entre las piernas
en una oración íntima,
los ojos al vacío,
displicentes,
en el murmullo
de toda letanía?
que todos los colchones
donde apoyaste la espalda
o las rodillas
y las palmas de las manos
a la espera de un embestida,
un ahorasíparasiempre,
O
esa pared que recibió
tus manos,
temblando levemente,
los pies firmes,
las piernas, lo único
perpendicular al suelo,
la espalda describiendo
la curva perfecta
a la espera
del impacto
del deslizarse
del impacto
del deslizarse
de unaformadeorgullo
O
la cara,
entre las piernas
en una oración íntima,
los ojos al vacío,
displicentes,
en el murmullo
de toda letanía?
sábado, febrero 18, 2012
ábaco
a meli, mirando el mar
paraguas desgarbados
rayos
en el tacho de basura
el olor de la sábana
secándose al sol
los cuerpos
que las familias
se olvidan en la orilla
preocupadas por las heladeritas
de tergopor
broches
que perdieron sus calzoncillos
colgando de una soga
húmeda por la llovizna
el sudor aroma mezcla:
tabaco sahumerio bronceador
y fernet
inscripciones del abismo
sobre las pieles que se orean
bajo una ventana con mosquitero
colchones revueltos
el mar a un millón de kilómetros
y acá a la vuelta
-como un infinito
a medio hacer-
paraguas desgarbados
rayos
en el tacho de basura
el olor de la sábana
secándose al sol
los cuerpos
que las familias
se olvidan en la orilla
preocupadas por las heladeritas
de tergopor
broches
que perdieron sus calzoncillos
colgando de una soga
húmeda por la llovizna
el sudor aroma mezcla:
tabaco sahumerio bronceador
y fernet
inscripciones del abismo
sobre las pieles que se orean
bajo una ventana con mosquitero
colchones revueltos
el mar a un millón de kilómetros
y acá a la vuelta
-como un infinito
a medio hacer-
lunes, enero 16, 2012
íntimo
roza de café
la madrugada
en la incertidumbre
de un pretérito perfecto
Las uñas en la loza
no alcanzan a arañar
el volumen de lo ido,
y en un ademán
íntimo y morboso
se desayunan sin ganas.
perpetuación de un silencio:
un criterio a punto de
sustanciarse en ley.
la madrugada
en la incertidumbre
de un pretérito perfecto
Las uñas en la loza
no alcanzan a arañar
el volumen de lo ido,
y en un ademán
íntimo y morboso
se desayunan sin ganas.
perpetuación de un silencio:
un criterio a punto de
sustanciarse en ley.
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