las cicatrices del vestido
le rasgan los labios gastados
y viene
y es un ángel
y una puta
siempre dádiva viene a coronar
de rosas al esclavo
sábado, diciembre 26, 2009
A
poema
tu cuerpo
la espera
tallada en mi carne
tu sexo
la historia
de tiempos finitos
tu entrega
dádiva amarga
vestida de promesas
mi credo
un rosario
de deseos remendados
tu cuerpo
la espera
tallada en mi carne
tu sexo
la historia
de tiempos finitos
tu entrega
dádiva amarga
vestida de promesas
mi credo
un rosario
de deseos remendados
jueves, diciembre 24, 2009
Murguita del imposible
Espejismo de la razón
que estés acá,
cuando la murga
en el último couplé
dijo no!
Fantasía del síntoma
que no se dio
la primera quimera
del maquillaje
es el perdón.
que estés acá,
cuando la murga
en el último couplé
dijo no!
Fantasía del síntoma
que no se dio
la primera quimera
del maquillaje
es el perdón.
lunes, septiembre 28, 2009
noumor
alambrarse de la carne
un grito guacho
el acabose
del fin
de la finiquitada no-che
fuelle pifia
en un Buenos Aires de
Barro Blando
el orgasmo desgarbado
de una hembrita Adolescente
el garabato triste
del tango melancólico
chorrea el charco
de todos los santos días
en una salita blanca
un grito guacho
el acabose
del fin
de la finiquitada no-che
fuelle pifia
en un Buenos Aires de
Barro Blando
el orgasmo desgarbado
de una hembrita Adolescente
el garabato triste
del tango melancólico
chorrea el charco
de todos los santos días
en una salita blanca
lunes, septiembre 14, 2009
asi
3 de la tarde
en las casas
y en la calle
todo sábado
una adolescente
despierta la resaca
y enredadas las piernas
entre las sábanas transpiradas
corre a la farmacia
a comprar la pastilla del día después
una chica de 15
atardece con los ojos hinchados
lagañosa de puro engaño
por haber perdido a su novio
en un puterío de Munro
un aspirante a cronopio
se mete el dedo en la nariz
y deja entrar el olor a choripan
por la misma ventana
que fue la noche.
un tipo se aburre en una esquina
y juega a contar la tarde
Así deberían decirse las cosas
Así deberían decirse las cosas?
en las casas
y en la calle
todo sábado
una adolescente
despierta la resaca
y enredadas las piernas
entre las sábanas transpiradas
corre a la farmacia
a comprar la pastilla del día después
una chica de 15
atardece con los ojos hinchados
lagañosa de puro engaño
por haber perdido a su novio
en un puterío de Munro
un aspirante a cronopio
se mete el dedo en la nariz
y deja entrar el olor a choripan
por la misma ventana
que fue la noche.
un tipo se aburre en una esquina
y juega a contar la tarde
Así deberían decirse las cosas
Así deberían decirse las cosas?
viernes, junio 19, 2009
poética
dos cartas cruzadas
símbolo
metáfora del hueco absurdo
que abarca lo nonato-silencio
la inexactitud de la espera-encuentro:
preámbulo del nunca constante final
como acariciar un charco de sangre
buscando el asfalto en los ojos
símbolo
metáfora del hueco absurdo
que abarca lo nonato-silencio
la inexactitud de la espera-encuentro:
preámbulo del nunca constante final
como acariciar un charco de sangre
buscando el asfalto en los ojos
miércoles, junio 17, 2009
te lo voy a escribir por todas las paredes de Buenos Aires
Porque me hiciste llorar de risa, pero también de llanto y de bronca, como lloran los hombres. Porque me hiciste pensar, y me puteaste, y me humillaste, y te reíste de mi. Porque quisiste estar bien vivo, y ahora que estás bien muerto se nota. Porque me alcanzó con verte pasar un día como a dos metros, porque no tuve que pedirte nada, porque no hacía falta. Porque no fuiste un ídolo, ni un mártir, ni un boludo. Porque fuiste el ejemplo perfecto de cuando hay que mostrar la pija, y la hombría no genérica, la hombría que es humanidad. Porque sin quererlo y sin creerlo, fuiste un ejemplo de entereza, de pelotas, de ideas y de artista. Porque sos. Por eso me dan ganas de arroparte, taparte con la sábana hasta el cuello y mojarte la oreja con un “hasta siempre putito lindo”
sábado, mayo 02, 2009
When I'm king you will be first against the wall
Buenos Aires te mira con esa mueca de asco y vergüenza que le tiene reservada a los suicidas y a los inocentes, y se prende un cigarrillo jactándose ante la ONU de tener las putas más lindas del mundo.
Te adhiere con un resentimiento de brea, de semen negro, a sus calles eyaculadas de tango berreta, y pretende confundirte en un corso de desenmascarados pasados de merca.
Buenos Aires, la looser vestida de yuppie, la que escupe entre los dientes, la que te ignora con la boca de costado y los ojos en blanco, el hervidero de sesos nonatos, se te pega en la suela de los zapatos para desconocer su propia desnudez de pies descalzos y curtidos.
Buenos Aires se sabe en contradicción, eterna y perdida, marchita y ruidosa, mustia, cosmopolita, turística, estúpida, futbolera, frígida y voyeur.
Buenos Aires es en si misma una puta vieja y gastada, que te coge sin ganas, pero que te coge igual, por un poco de sangre, resignada y engreída, consciente de sus habilidades para la libido y el ocultamiento del deterioro.
Bueno Aires, ciudad celulítica que se pasea en minifalda con los ojos rojos de porro paraguayo, travesti irónico y traicionero esperando que te des vuelta.
Buenos Aires es una presión en la nuca, un sexo de alambre de púa, una patada en los huevos, un beso de madre y buenas noches.
Buenos Aires, eterno péndulo entre los espejos del padre nuestro y el reverso del féretro histórico. Falso compadrito armado de quimeras, lunfárdica visión de un Dante en chancletas.
Buenos Aires, barroca y escéptica, aritmética, alcohólica, drogona y evangelista. Buenos Aires arrodillada dentro del confesionario, con la boca llena de culpas.
Buenos Aires, un tal vez, un compás partido al medio, un demonizador empedernido. Bueno Aires lacónica, prejuiciosa, despreocupada, amante, amiga, verdugo enclenque, amansadora de picanas y gatitos.
Buenos Aires podrida, inútil, garca, especuladora, sutil, asesina, musiquera, narcotraficante, hija de puta. Hermosa.
Te adhiere con un resentimiento de brea, de semen negro, a sus calles eyaculadas de tango berreta, y pretende confundirte en un corso de desenmascarados pasados de merca.
Buenos Aires, la looser vestida de yuppie, la que escupe entre los dientes, la que te ignora con la boca de costado y los ojos en blanco, el hervidero de sesos nonatos, se te pega en la suela de los zapatos para desconocer su propia desnudez de pies descalzos y curtidos.
Buenos Aires se sabe en contradicción, eterna y perdida, marchita y ruidosa, mustia, cosmopolita, turística, estúpida, futbolera, frígida y voyeur.
Buenos Aires es en si misma una puta vieja y gastada, que te coge sin ganas, pero que te coge igual, por un poco de sangre, resignada y engreída, consciente de sus habilidades para la libido y el ocultamiento del deterioro.
Bueno Aires, ciudad celulítica que se pasea en minifalda con los ojos rojos de porro paraguayo, travesti irónico y traicionero esperando que te des vuelta.
Buenos Aires es una presión en la nuca, un sexo de alambre de púa, una patada en los huevos, un beso de madre y buenas noches.
Buenos Aires, eterno péndulo entre los espejos del padre nuestro y el reverso del féretro histórico. Falso compadrito armado de quimeras, lunfárdica visión de un Dante en chancletas.
Buenos Aires, barroca y escéptica, aritmética, alcohólica, drogona y evangelista. Buenos Aires arrodillada dentro del confesionario, con la boca llena de culpas.
Buenos Aires, un tal vez, un compás partido al medio, un demonizador empedernido. Bueno Aires lacónica, prejuiciosa, despreocupada, amante, amiga, verdugo enclenque, amansadora de picanas y gatitos.
Buenos Aires podrida, inútil, garca, especuladora, sutil, asesina, musiquera, narcotraficante, hija de puta. Hermosa.
sábado, abril 25, 2009
Ciudad
Baldío. Una mujer rota juega con ropa mustia. Una vieja desmenuza sobre una madera su propia virginidad, y la de su vecina de café, para prepararle un plato gourmet a su nieta de pollera tableada. Y la nieta se mete el dedo en la nariz hurgando en las memorias de quince años, a ver si puede hacer salir por la oreja el recuerdo del sábado pasado en el baño de la matinee. No es hipocresía, es casi una forma de caridad. El ocultar los fluidos más allá, lejos de la epidermis, se asemeja demasiado a una caricia de lástima.
Rascacielo. Un suicida se escribe una carta a sí mismo para explicarse los motivos para seguir viviendo y se la traga empujando con los dedos sucios. Una pareja de recién casados fuma mirándose en el espejo, esperando que alguno confiese algo que rompa la monotonía. No es hipocresía, es como ponerle un celofán al alma, casi como empapelar los órganos con material ignífugo.
Café. Un adolescente subraya la palabra ciudad y enhebra personajes queribles. No es hipocresía, es como matar el tiempo, casi como olvidarse que afuera lo espera un ejército de cadáveresrenault ansiosos por cenarse sus entrañas.
Rascacielo. Un suicida se escribe una carta a sí mismo para explicarse los motivos para seguir viviendo y se la traga empujando con los dedos sucios. Una pareja de recién casados fuma mirándose en el espejo, esperando que alguno confiese algo que rompa la monotonía. No es hipocresía, es como ponerle un celofán al alma, casi como empapelar los órganos con material ignífugo.
Café. Un adolescente subraya la palabra ciudad y enhebra personajes queribles. No es hipocresía, es como matar el tiempo, casi como olvidarse que afuera lo espera un ejército de cadáveresrenault ansiosos por cenarse sus entrañas.
soy tan...
tengo toda esta
pobreza de manos
para darte
toda esta lucidez
de ojos vírgenes
para aplaudir
a rabiar
cada inocencia
intuída
tengo tan poco para
decirte quien soy
que ya no me hace falta
pobreza de manos
para darte
toda esta lucidez
de ojos vírgenes
para aplaudir
a rabiar
cada inocencia
intuída
tengo tan poco para
decirte quien soy
que ya no me hace falta
sábado, marzo 14, 2009
algun día vamos a aprender a escribir en cursiva
con una precisión
de silencio arrítimico
fuimos lo que dictaminó
todo aquello que dejamos pasar
(lo que no nos dejamos
morir en eternidades
nacidas del primer estertor)
de silencio arrítimico
fuimos lo que dictaminó
todo aquello que dejamos pasar
(lo que no nos dejamos
morir en eternidades
nacidas del primer estertor)
jueves, marzo 12, 2009
naufragio
"no conocen el viento
aquellos que navegan
en derredor de la esperanza"
aquellos que navegan
en derredor de la esperanza"
pero esta vez
al navegante
lo agarró
un tsunami
y le puso la balsa
patas para arriba.
resulta difícil
despertarse naúfrago
en tierras
de la resignación.
dos
dos luces nuevas
en una avenida
conocida de memoria
dos piernas
por la memoria conocidas
apagando el sentido
recuerdo inventado
de a poco
en remiendos mal hechos
nombrarte ausencia
quimera innata
rendija de la nada.
en una avenida
conocida de memoria
dos piernas
por la memoria conocidas
apagando el sentido
recuerdo inventado
de a poco
en remiendos mal hechos
nombrarte ausencia
quimera innata
rendija de la nada.
martes, marzo 03, 2009
Humano
acumulamos películas
y libros
y museos imaginados
cultura
y miedos
poemas a medias
decepciones
y espejos que nos mintieron
revistas
y críticas
billetes
amigos
besos
lluvias
soledades
botellas
y vino compartido
y hojitas de afeitar gastadas
y barbas
pelo
semen
cartas
años
dolores
pretensiones
de omnipotencia
omnisciencia
y verbos.
hacemos un gran inventario
de lo que somos
y todavía
no sabemos
mirarnos a los ojos
sin sintaxis
recuperar
el cielo
que fue la primera
mano que nos rozó
sabernos
sin canciones
que nos describan
de mentira
hacemos un gran inventario
de lo que somos
y todavía no sabemos
decirnos
sin nombrarnos
saltear la distancia
entre dos te quiero.
y libros
y museos imaginados
cultura
y miedos
poemas a medias
decepciones
y espejos que nos mintieron
revistas
y críticas
billetes
amigos
besos
lluvias
soledades
botellas
y vino compartido
y hojitas de afeitar gastadas
y barbas
pelo
semen
cartas
años
dolores
pretensiones
de omnipotencia
omnisciencia
y verbos.
hacemos un gran inventario
de lo que somos
y todavía
no sabemos
mirarnos a los ojos
sin sintaxis
recuperar
el cielo
que fue la primera
mano que nos rozó
sabernos
sin canciones
que nos describan
de mentira
hacemos un gran inventario
de lo que somos
y todavía no sabemos
decirnos
sin nombrarnos
saltear la distancia
entre dos te quiero.
sábado, febrero 07, 2009
martes, febrero 03, 2009
veinte
guardamos el tiempo
en los cajones
jugamos al deseo
hasta rompernos los nudillos
y la sangre fue
plena ausencia
tomamos mil botellas
con etiquetas que prometían
el olvido
o el perdón del final del vino
buscamos a tientas
lo perdido
lo que sabíamos
inhallable:
un rosario de adolescentes
bailando una ronda infinita
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