miércoles, agosto 07, 2024

Obra

                          “yo soy un biombo/no mires detrás” Sumo.

 

Habrá que reparar
las grietas:
masillar, lijar
pintar.
Hacer lo que no sé.
 
Moldear con las manos
todo el maquillaje
para disfrazar el vacío.
Y,
si es posible,
rellenarlo,
dejar escondidas
en la grieta
como escombro
dos o tres palabras,
algunas imágenes,
un puñado de excusas,
un rosario de momentos.
 
Si es necesario,
agrandar la grieta
para que entre
todo eso
otro.  

Mecánica general

 Otra vez, quizás,
con mis manos
inútiles
sostener,
ignorándolo,
la linterna
para que alguien
pueda buscar
la falla,
intentar determinar
de qué lugar viene ese
ruidito,
dónde está el óxido,
la pérdida
y así,
pueda hacer funcionar
eso que
yo
no puedo.
 
Y después,
pagar la mano de obra.

Un poema sin analogías

 ¿es posible decir esto
sin analogías?
¿decir solo uno
de los términos?
¿decir que hay
hubo
un solo lado del deseo?
¿decir la imposibilidad
de la coincidencia,
el desamparo
de lo singular?
¿poner en letras
la comprobación empírica
de la opacidad
del lenguaje,
de los gestos,
de la mirada?
¿es posible esto
sin pedirte
palabras prestadas?

Quemar la casa

 En un vaivén,
quemar la casa
con todas las fotos
de la casa dentro.
 
Ser la casa,
las fotos, el cuerpo.
No las fotos del cuerpo
-si las fotos son
el cuerpo-
 
El cuerpo
en las fotos
en la casa:
quemarnos y ver
qué queda,
qué Frankenstein
se puede armar
de esas tucas.

Pasto

 Cuela un silencio férreo
pasta la lengua su yuyo amargo
y
se apea en mitad de la frase.
Funciona el humor
en un hueco:
Y esto
es
un
puro
hueco.

¿De curioso nomás?


Puro afán
por reconstruir una
cronología
de mi ignorancia.
Con fechas exactas
completar los huecos
de la experiencia;
las cientos, miles
de palabras
los gestos
los roces;
todos los minutos,
el calendario exacto
en el que no existí;
el infinito mapa
de mi ausencia.
 
Con la más absoluta
asepsia,
con el filo de mi mente
como un bisturí,
sobre mi propio cuerpo
disecciono sus tiempos muertos
como podría,
con mis nulos conocimientos,
diseccionar a un animal
¿muerto?
para ver qué
hay adentro
y así
seguir
sin comprenderlo.
 
Y después,
juntar los restos.

Caracoles


Los caracoles colonizaron

el patio lentamente

casi sin que lo notemos

fueron comiéndose

las plantas

 

Vimos solo las consecuencias

las hojas mordidas

los restos

laberínticos de la baba

 

Arrástrandose

parsimoniosamente

ocultos

se llevaron lo suyo

nos dejaron lo nuestro:

este proyecto de

jardín reseco

 

Ahora busco

arrodillado

sus marcas

su baba

en vos

 

Y junto

las hojitas mordidas. 

sábado, agosto 03, 2024

M

Penúltima estrella fugaz
paulatina en su caida
sobre los cuerpos en reposo
sobre el pelaje de un gato manso
sobre la falda de una mujer
hermosa
laxa
atravesada por los rayos 
que no dejan ver la cara
del dueño de casa
e iluminan solo su voz
sus colores
al rellenar
las tazas de te:
una armonía más
de su lenta amabilidad

Fugaz parsimonia de la luz
en su agonia
sobre el humo flotante de los
primeros cigarrillos 
sobre la tarde desordenada
sobre los restos de un fuego
que ardió toda la noche
chamuscado las palabras
iluminando cuerpos inquietos
inundados, extraños,
deseantes
deseables
y que hizo arder esta misma
luz que ahora
nos deja
sonriendo
en el centro mismo
de lo inefable