lunes, junio 26, 2006

Desintegración acuática

No hay que andar buscando demasiado me dijo alguna vez un perro o una baranda, no se. Pero es ese reflejo de andar escupiendo el piso y pensar que quizás esté ahí, o también vos, nadando crawl. Y entonces abrirse paso a pura mariposa entre la sustancia viscosa que adorna el borde mismo de la baldosa rayada. Y ver que efectivamente, ahí-hay-algo, un algo que se mueve y patalea y sobrevive al más puro estilo perrito, un algo que tal vez seas vos, o yo, o la vecina de tumba de mi tía abuela. Pero a ver, supongamos que sos vos me digo, y voy, voy a buscarte, no a rescatarte porque cualquiera que te conozca un poco sabe que sería imposible, y además nado demasiado mal como para acarrear con otra persona. Voy a rescatarte y vos te das vuelta y entrás a nadar espalda de la forma menos ortodoxa que haya visto en mi vida, revoleando las distintas partes de tu cuerpo para todos lados, haciendo macabros malabares con tu sexo, tus pies, tus codos, tus rodillas, y tus etc. Y puta que nadás rápido, no se cómo carajo hacés pero te alejas a grandes trechos, y yo tengo que conformarme con mirarte los pies, las rodillas, el sexo, la cintura, los pechos, los hombros, la cabeza, los ojos, la frente, y finalmente aquella mata de pelo lacio, flotando a un largo centímetro de distancia

2 comentarios:

chicoverde dijo...

cuando hay que llevar nadando a alguien lo mejor es que esté muerto, porque no ejerce resistencia. triste paradoja.

me hacés acordar a algo viejo, a un nimbo pretérito, habrá sido por los etcéteras...

conjugar en tiempos compuestos es vicio. como fumar caminando o antes de nadar.

gracias por el aliento, perseguire liebres por 100 metros llanos más seguido.

saludo de colega.
vila.-

CirCe dijo...

Entonces era ella

Pero siempre lejos.

Es el único camino que tenemos las mujeres para ser inolvidables.

No lo digo por mi (aunque usé la 1º del plural-por consciencia de géenro nomás-) A mi me olvidan hasta mis acreedores.

Gracias por su visita.
besos, abrazos.