El poema es una puta platinada
y masoquista,
hay que golpearlo por todas partes
violarlo como si estuviéramos
desvirgando a maría,
con esas mismas ganas,
como si el poema pudiera
cambiar la historia.
Me contaron
Y fui a buscarlo como un estúpido
travestido
con ganas de quemarle la peluca
y reventarlo contra un paredón,
masacrarlo fálicamente,
y dejarlo pidiendo clemencia
arrodillado sobre los adoquines.
Pero el poema abrió las piernas
y el acceso estaba cerrado.
La imposibilidad de la penetración
me obligó a darme vuelta,
con las ropas ya desgarradas,
y dejar que me golpeara en el culo
con su látigo en forma de tristeza.
Creo que me mintieron.
El poema es una puta platinada
pero extremadamente sádica.
miércoles, enero 30, 2008
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3 comentarios:
Una de las mejores analogías que he leído sobre poemas.
Me encantó.
Que metáfora ciega.-
(hay otros poemas que son buenos )
Todos los poetas sentimos alguna vez que la poesia es una puta platinada un poco cara y un poco careta...
Saludos. Muy buen poema.
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