al fin, consumiendo
deberíamos correr
los dos hacia el mar
y reírnos,
a puro malecón entre los dientes,
sin más excusas
que esperar que atardezca
una celebración,
una huida hacia adentro.
Ven a volar en mi ave seca hecha con sobras de fantasmas, ven a volar en mi ave seca hecha con hilos de diamantes.(Spinetta)
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