Una herida distinta,
casi una diligencia.
Las ventanas abiertas
y una muñeca con el cuello quebrado
como inciertas señales
de algo que no va a llegar.
Muecas mustias
de fantasmas disecados
acompañan los bandoneones
desalados,
desolación,
acomodando soledades
poco condimentadas.,
sosas,
secas,
siestas mal dormidas
indomables,
demoradas.
moradas inahallables,
místicas,
omitidas,
¿narrador omnisciente?
viernes, abril 21, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
narrador herido diria yo
:)
Publicar un comentario