lunes, agosto 07, 2006

Box


(Este texto lo había escrito mucho tiempo antes de conocer la obra de Pablo Suarez.Casualidad o no, cuando vi la foto de la obra en una revista me recordó a esta prosa olvidada, y bue...creo que tienen mucho que ver... Ah, el título de la obra es "el enemigo invisible" y es de 2001)

Estoy triste y no se por qué. No es ese estado de melancolía constante que siempre me mantiene apresado. Es distinto, algo muy parecido a la desilusión, o más bien a la impotencia. La metáfora del boxeador ciego, que recibe la paliza sin saber de donde provienen los golpes. Eso soy, un boxeador ciego que tira golpes al aire intentando defenderse pero no lo logra, y solo le pega al viento. Un boxeador dejando la sangre en la lona pero que todavía se mantiene parado como por arte de magia, quizás por un par de ilusiones y dos o tres deseos.
Un boxeador que no acierta y que está perdiendo el tercer round por puntos. Un boxeador que tira golpes al aire tratando de agarrar un sueño al vuelo, no tanto la cara de su enemigo, que en realidad no es una sino múltiples. Un enemigo que no es tal físicamente, un enemigo invisible, tal vez más peligroso que aquel al que se puede ver luciendo su cuerpo de mole gimnástica. Un enemigo múltiple que es nadie y todos a la vez. El más peligroso, el invencible. No importa de quien hablo, algunos ya lo sabrán...
Suena la campana. ¡A sus rincones!...
Pero pasado el efecto está de nuevo encima...

2 comentarios:

chicoverde dijo...

Knock out

Anónimo dijo...

estuve leyendo algunos, pero este particularmente me gustó mucho.
un beso