Una pared que sienta
pero que sienta en cada grieta
o porosidad onírica
y rascarla hasta disolver
todo su presente
la absoluta estupefacción
la ceméntica inmovilidad
mimarla hasta que grite:
VERDAD!
y se canse
y me muera la mano
y entonces estar dentro
pasado
vida
pared dislocada
grieta mía
tu
silencio
viernes, diciembre 26, 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario