jueves, septiembre 03, 2020

XII

 Gastás las sílabas,

             los labios

en ese tu murmullo,

el ronroneo quedo

de cuando todavía

leías el diario

como si te lo estuvieras,

de a tramos,

leyendo a vos mismo.


- Ese mantra que dio paso,

con los meses,

al rezo repetido

en la cama

cuya nueva anchura 

el perro no pudo 

disimular-


Cuando el murmullo se calla

-solo, por propia voluntad

del murmullo mismo-

Habla una tele

que no entendés

y los restos que esas cosas

te dejan en la boca

nadan crawl

como bultos en tu saliva.

Ahora tu silencio,

ensayo del silencio,

elige uno

de entre la baraja

de posibles rostros

para ponerlo fuera del mazo

y preguntarle

a dónde se fueron 

todos.


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