jueves, agosto 13, 2020

V

Un incendio largo

la hojarasca,

la pinocha:

los recuerdos que reservabas

para regalarte en porvenires.


Arde

esa masa

-ahora informe-

se desordena.

El viento arrastra

algunas piezas

que buscás

con los ojos abiertos

                     cegados

por la siempre

renovada sorpresa

de ese fuego que, 

leve y ya perenne,

reina.


Las piñas,

las ramitas secas:

años 

        rostros

                   nombres:

combustible

de tu nueva manera:

la temblorosa liturgia

de la duda.

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