jueves, agosto 20, 2020

VII

Exiliado

al incesante velorio

de las cosas sin letra,

del nombre vacío

                    posible

en su vacuidad 

                    habitable

por todas las huellas

              aisladas e

              inconexas,

deambulás

por la marea

de los ritos diarios:

el lavado de manos

-reemplazo de la ya imposible caminata de ida y vuelta 

a los 25 metros  de baldosas lisas-

las sucesivas meriendas,

las repeticiones de

partidos viejos:


en ese manso

   presente territorio

jugás

los úlitmos juegos

y cada tanto 

nos reímos,

plurales.

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